Moda por el Ambiente
Todos pertenecemos profesionalmente a algún sector y/o industria, esto nos faculta de ciertos privilegios y responsabilidades. En mi caso como diseñadora y emprendedora en la industria del Diseño y la Moda, cuento con ciertos privilegios como: disfrutar de la moda para potencializar mi belleza y la de otros, conocer de colores y formas que me faculta para generar estéticas nuevas, pertenecer a un sector en el cual se presta atención pública y en medios, ser impulsadora de un movimiento de moda consciente. Por otro lado, todos nuestros roles también implican ciertas responsabilidades. En mi industria: La Moda, me enfrento todos los días con una oferta de productos que en su mayoría son manufacturados con materias primas y procesos no amigables con el medio ambiente, convirtiendo a la industria de la moda en el segundo lugar de las más contaminante del mundo. Contaminando más que la industria de cosméticos y aeronáutica.
Un dato revelador es el medio millón de toneladas de microfibras plásticas procedentes de prendas de vestir que terminan en el océano cada año. Cada vez hay más evidencia de que de que estas partículas de plástico contaminan a los peces con productos químicos tóxicos.
La Moda es una industria creciente que emplea a miles de millones y genera inmensas ganancias económicas y toca a casi todos. Desde el siglo XX, la vestimenta ha incrementado de una forma prácticamente desechable. La mayoría de las prendas son diseñadas en un país, la materia prima es de otro, confeccionada en otro y finalmente vendida mundialmente a un paso acelerado. Esta dinámica se ha acentuado en los últimos 15 años creando el del “Fast Fashion”.
Para nosotras en etérea, es de mucha importancia crear nuevas prácticas de producción y de consumo. Uno de nuestros pilares de trabajo es crear consciencia sobre la importancia de cuidar nuestros recursos naturales es por eso que hemos creado una alianza con el proyecto de una gran amiga, Carolina Sevilla, fundadora de #5minutebeachcleanup, un movimiento de consciencia global sobre el cuido de los océanos, el mal manejo de la basura y el uso desmedido del plástico terminando en el mar y la playa.
Costa Rica es un país bien conocido por la conservación de los recursos naturales, ya que contamos con un tercio del territorio como zonas de protección natural, sin embargo, existen zonas en donde la contaminación es muy significativa. Este es el caso de Guacalillo, una hermosa playa rocosa en el lado occidental de nuestro país, con impresionantes vistas al Golfo de Nicoya y hermosa vegetación. Se encuentra a solo 2 horas de San José, convirtiendo este destino en un escape perfecto para surfistas y/o personas que buscan un escape para conectar con la naturaleza y con si mismos.
Sin embargo, Playa Guacalillo se encuentra muy cerca del río Tarcoles, la cuenca más contaminada de Centroamérica, por lo que trae toneladas basura la cual en su mayor parte proveniente del Valle Central principalmente arrastrados por el río Virilla.
Tal vez ustedes se preguntan, ¿qué tengo que ver yo con esta realidad? Y es que el consumo desmedido y mal manejo de la basura del GAM impacta la biodiversidad y por ende nuestra salud. Todos de forma directa o indirecta tenemos parte en esta realidad, asumir nuestra resposabilidad y nuestro poder en crear un cambio es el primer paso para transformar esta realidad.
Es por eso, que nosotras como marca de moda, hemos decido tomar cartas en el asunto, primeramente, informándonos de la realidad, creando acciones que aumenten la consciencia colectiva y por último crear productos que respondan a esta problemática con una solución.
El pasado 08 de agosto, nos pusimos los guantes y fuimos a realizar un “clean up” a esta bella costa, recolectamos alrededor de 12 sacos de basura los cuales fueron entregados al centro de reciclaje ubicado en el mismo pueblo y aprovechamos para vestir nuestros hermosos bodysuits hechos con tela de plástico reciclado rescatado del mar
¡Divertirnos, contribuir, trabajar y vestir con propósito es lo nuestro!
Esperamos que hayan disfrutado esta nota y que se contagien de ganas de ser parte de un movimiento de vida consciente.
Las queremos,
Andrea Belén
Agradecimientos a:
Carolina Sevilla
Mauricio Cortés
Stefanie de la O
Diana Trejos
Zolliane Hidalgo
Fotografía:
Connie Linares
Giancarlo Soto